Juan 14:19
Aun un poquito, y el mundo no me verá más;
empero vosotros me veréis;
Aun un poquito, y el mundo no me verá más;
empero vosotros me veréis;
porque yo vivo, y vosotros también viviréis.
Gloria Gaither escribe lo siguiente en el año de 1971:
Fui una esposa y una madre. Fue en medio de la agitación en los años sesenta que estábamos esperando nuestro tercer bebé. La cultura de la droga estaba en pleno apogeo, el pensamiento existencial había obviamente saturado cada área de nuestro pensamiento estadounidense, las ciudades se hierven de tensión racial, y el pronunciamiento de Dios esta Muerto se había reído en su camino a lo largo de nuestro sistema educativo.
En el area personal, Bill y yo estábamos pasando por uno de los momentos más difíciles en nuestras vidas. Bill se había desanimado y agotado físicamente por un ataque de mononucleosis, y en esa condición debilitada tenía pocas fuerzas para pelear la batalla psicológica provocada por algunos problemas familiares externos.
Alguien a quien apreciabamos mucho había lanzado algunas acusaciones contra nosotros y en la comunión de los creyentes y en la idea de la existencia de Dios. Fue en la víspera de Año Nuevo que me senté sola en la oscuridad y en la tranquilidad de nuestra sala, pensando en el mundo y en nuestro país y el desaliento de Bill y los problemas familiares y de nuestro bebé aún no nacido. ¿Quién en su sano juicio podría llevar a un niño en un mundo como este? Pensé: El mundo está tan mal. Influencias fuera de nuestro control son tan fuertes. ¿Qué será de este niño? Yo no puedo explicar lo que pasó en ese momento, pero de repente me sentí liberada de todo.
El pánico que había comenzado a construir en mi interior se disipó con suavidad por una presencia tranquilizadora que envolvió mi vida y me llamó la atención. Poco a poco, el miedo se hizo a un lado y la alegría comenzó a regresar. Yo sabía que podía tener ese bebé y afrontar el futuro con optimismo y confianza. Fue la resurrección de Cristo afirmándose en nuestra vida una vez más. Fue la VIDA que conquista la muerte en la regularidad de mi día.
Dios nos envió a su hijo Cristo
Él es salud, paz y perdón
Vivió y murió por mis pecados
Vacía está la tumba porque Él triunfó.
Coro:
Porque Él vive Triunfaré mañana
Porque Él vive Ya no hay temor,
Porque yo sé Que el futuro es suyo,
La vida vale más y más, solo por Él.
Grato es tener a un tierno niño
Tocar su piel gozo nos da,
Pero es mejor la dulce calma
Que Cristo el Rey nos puede dar pues vivo está.
Yo sé que un día el río cruzaré
Con el dolor batallaré
Y al ver la vida triunfando invicta
Veré gloriosas luces y veré al Rey.
Dios nos envió a su hijo Cristo
Él es salud, paz y perdón
Vivió y murió por mis pecados
Vacía está la tumba porque Él triunfó.
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